Consejo farmacéutico Farmacia Orusco de Tajuña

   ALCOHOL

El alcohol que contienen las bebidas alcohólicas es alcohol etílico o etanol. Su consumo está muy arraigado históricamente en nuestra cultura y en casi todo el mundo, formando también parte de tradiciones y celebraciones. Pero si no se cuida, este consumo puede implicar un riesgo dependiendo de la cantidad y la frecuencia. Es una de las sustancias adictivas más consumidas en el mundo, produce un efecto depresor en el sistema nervioso central en distintas fases que después detallaremos.

 

 

RIESGOS PARA LA SALUD

 El alcohol se absorbe rápidamente en el estómago e intestino alcanzando niveles máximos en sangre a los pocos minutos. Los primeros efectos pueden aparecer a los diez minutos y su punto máximo a los 40-60 minutos de empezar a consumirlo. Permanece en sangre hasta que se metaboliza, principalmente en el hígado. Se elimina del organismo de forma muy lenta (12-19 horas desde la última consumición).
Inicialmente produce una sensación estimulante que se expresa en sensación de euforia, ya que deprime los procesos inhibidores cerebrales. En caso de seguir bebiendo se incrementan los efectos depresores al siguiente nivel cerebral y aparecen síntomas de somnolencia, dificultades cognitivas, disminución de la coordinación muscular y deshidratación., también disminuye la frecuencia respiratoria y cardíaca. Si estos efectos se potencian por un consumo aún más excesivo ya aparece el coma etílico, que puede desembocar en parada cardio-respiratoria.


La OMS indica que el uso nocivo del alcohol es un factor causal de más de doscientas enfermedades y cada año se producen 3 millones de fallecimientos debido a esta causa.

 

Algunos de los riesgos asociados a su consumo son:

 

  • Corto plazo: actos violentos, accidentes de tráfico, caídas, ahogamientos, agresiones sexuales, homicidios, suicidios.
  • Largo plazo: problemas familiares, laborales y sociales, trastornos mentales, enfermedades del hígado, trastornos digestivos, problemas cardiovasculares, debilidad del sistema inmunitario, complicaciones de diabetes, déficit de tiamina, impotencia sexual, osteoporosis, daños cerebrales, problemas oculares, abortos espontáneos, mayor riesgo de padecer un cáncer, alteración de efectos de medicamentos…

 

¿Cuáles son las tasas máximas de alcohol permitidas en aire espirado y sangre en España?

 

  • Tasa en aire espirado (mg/ml) Tasa en sangre (g/ml).
  • Conductor de turismo, camión, patinete y ciclista 0,25 0,5.
  • Conductor novel y profesional 0,15 0,3.

  
¿Existe un consumo seguro de alcohol? 


No, no existe un consumo seguro de alcohol, solamente no consumirlo evita sus efectos perjudiciales.

 

 

No obstante, existen unos límites de consumo promedio de bajo riesgo, que el Ministerio de Sanidad ha establecido en:

 

  •  Veinte gramos/día para hombres (corresponde a 500 ml de cerveza, 200 ml de vino o unos 50 ml de licores).
  •  Diez gramos/día para mujeres (corresponde a 250 ml de cerveza, 100 ml de vino o unos 25 ml de licores)
     
    Por encima de estos límites se produce un incremento de la mortalidad en comparación con no beber o beber menos cantidad.
    No debemos olvidar que el alcohol afecta a cada persona de una manera diferente en función de parámetros como edad, sexo, peso o antecedentes de salud.

 

Situaciones de especial riesgo
 
Existen algunas situaciones en las que el consumo de alcohol es un riesgo y está completamente desaconsejado, alguna de estas son:

 

  •  Embarazo y lactancia.
  •  Conductores de automóviles.
  •  Ingesta junto a otras drogas.
  •  Toma de medicamentos: El alcohol puede intensificar la acción de muchos medicamentos e interactuar con otros, convirtiéndolos en peligrosos o ineficaces.
  • Enfermedades hepáticas.
  • Problemas de salud mental.
  • Algunos trastornos sanguíneos.

 
Trucos para reducir el consumo de alcohol
 
Con el objetivo de prevenir la dependencia al alcohol y sus problemas asociados se recogen a continuación algunas recomendaciones:

  1.  No bebas por beber, es bueno saltarse alguna ronda.
  2.  Fija un límite razonable de consumo, llevando la cuenta de lo que se estas bebiendo.
  3.  Elige bebidas alternativas a las alcohólicas.
  4.  Bebe con calma, disfrutando del sabor y no de sus efectos.
  5.  No bebas alcohol para calmar la sed, tampoco practicando deporte.
  6.  Usa vasos más pequeños para las bebidas.
  7.  Busca apoyo en tu círculo más cercano, entre familiares y amigos.
  8.  Toma agua entre bebidas alcohólicas.

   Comidas Copiosas.        Digestiones Pesadas.

Se acerca diciembre y nos excedemos comiendo y bebiendo, durante este mes se suceden una gran cantidad de comidas copiosas: celebraciones familiares, reuniones con amigos, comidas de trabajo… Son comidas
excesivamente abundantes y normalmente con alimentos muy calóricos como grasas, azúcares y, a veces, con un alto consumo de alcohol. Este abuso produce malas digestiones y con ello una mala absorción de nutrientes. Las consecuencias son flatulencias, dolor abdominal, acidez, aumento de peso, y otros problemas más graves como hipertensión, diabetes…

Hay que intentar disfrutar de esas celebraciones sin castigar demasiado nuestro organismo, intentando comer de manera consciente.


A continuación detallamos unos consejos para prevenir estas alteraciones: 

 

  1. Elaborar menús más saludables, menos indigestos y con menos calorías, introduciendo más verduras, pescados y mariscos y menos carnes.
    Intentar que lleven alimentos crudos como ensaladas, carpaccios, tartares, macedonias de frutas… que son muy bajos en calorías, favorecen el tránsito intestinal y disminuyen la absorción de grasas e hidratos de carbono eliminan toxinas.
    Si hay que cocinar mejor al vapor o asados. Condimentar con hierbas aromáticas, dan más sabor a los platos y favorecen la digestión. No abusar de salsas, patés, embutidos, azúcares…
    Servir la comida más saludable en platos mayores (verduras al vapor, ensaladas, macedonias…) y las menos saludables en platos más pequeños, aumentando así el efecto saciante.
  2. No llegar a las comidas principales con el estómago vacío, es mejor no saltarse comidas para después comer mucho en la celebración. Tomar algo media hora antes (fruta, yogur…) para llegar con menos hambre a la comida.
    Masticar mejor y más despacio ayuda a saciar antes el apetito.
  3. Disminuir el consumo de alcohol y beber mucha agua. El consumo de alcohol puede afectar al estómago ocasionando reflujo, gastritis, crisis de gota…    Las comidas copiosas tienden a ser muy saladas o muy dulces y eso hace que aumente la sensación de sed. Es recomendable alternar el consumo de alcohol con el consumo de agua, beber mucha agua es bueno para conseguir una buena digestión.
  4. Hacer ejercicio. Siempre hay que evitar el sedentarismo, pero aún más en estas fechas. Es recomendable andar aproximadamente 40 minutos al día a paso rápido. También es saludable pasear después de las comidas para facilitar la digestión.
  5. Tomar complementos que ayuden a una buena digestión.
     Plantas: se pueden tomar en forma de cápsulas o en infusiones.
                       * Alcachofa: es depurativa, ayuda a eliminar toxinas, favorece la digestión.
                       * Hinojo: ayuda a reducir los gases.
                       * Cardo mariano: reduce los gases y alivia la sensación de tensión y flatulencia en el tubo digestivo y  ayuda a contrarrestar el daño que el                               alcohol produce en el hígado.

          Carbón activo o carbón vegetal: absorbe los gases y estimula el tránsito intestinal, por lo que mejora el estreñimiento.
           Enzimas digestivas: aceleran la digestión y evitan la hinchazón estomacal.
           Probióticos: ayudan a desarrollar la flora intestinal y las enzimas digestivas.

Recordad,

  • Elaborad menús más saludables, menos indigestos y con menos calorías, introduciendo más verduras, pescados y mariscos y menos carnes.
  • Haced ejercicio. Siempre hay que evitar el sedentarismo, pero aún más en estas fechas. Es recomendable andar aproximadamente 40 minutos al día a paso rápido. También es saludable pasear después de las comidas para facilitar la digestión.

 

Vitaminas para el Cerebro

Antes de entrar en materia vamos a plantearnos una pregunta:

¿Qué son las vitaminas?, realmente ¿Lo sabemos?

 

Las vitaminas son un conjunto de sustancias imprescindibles para la vida y para mantener el cuerpo en perfecto funcionamiento pero que el organismo no es capaz de sintetizar por sí mismo y, por tanto, se necesita un aporte desde el exterior, es decir, mediante la nutrición. Una dieta equilibrada asegura un correcto suministro de todas ellas.

 

Las vitaminas pueden ser liposolubles (esto es, se disuelven en grasas y por tanto en caso de sobredosis pueden acumularse en el tejido adiposo del organismo) o hidrosolubles (solubles en agua y en caso de aporte excesivo se eliminan por la orina tras pasar por el riñón, y si se acumulan demasiado pueden llegar a cristalizar formando los dolorosos cálculos renales). Las más importantes de las liposolubles son las vitaminas A, D, E y K. Mientras que de las hidrosolubles destacan el grupo de las vitaminas B (B1, B2, B3…) y C.

 

Cerebro 

Sin duda el órgano más importante del cuerpo, tanto es así que consume aproximadamente un 20% del gasto energético del organismo, cifra que habla por sí misma. Otro dato a tener en cuenta es que su único alimento es la glucosa, ya que no tiene capacidad para usar grasas ni otro nutriente como fuente de energía.

No obstante, además del aporte energético el cerebro necesita otros nutrientes para su pleno rendimiento, y entre estos nutrientes las vitaminas ocupan un lugar destacado. Vamos a detallar las más necesarias.

 

  • VITAMINA A: O Betacaroteno. Fundamental para la memoria, su correcto aporte favorece un buen funcionamiento mental y tiene acción preventiva contra enfermedades degenerativas como la demencia. Además es fundamental para mantener saludables la piel, dientes y huesos, mucosa y la vista entre otros órganos. Se encuentra en alimentos como la zanahoria, calabaza, naranja, sandía…
  • VITAMINA B1: O Tiamina. Su deficiencia en el organismo afecta a la memoria y puede favorecer la depresión. También influye en la absorción de glucosa y en la circulación sanguínea. Se encuentra principalmente en carnes y pescados, frutos secos y cereales integrales principalmente.
  • VITAMINA C: O Ácido ascórbico. Es el antioxidante natural por excelencia. Previene el envejecimiento del cerebro mejorando funciones como la atención y la memoria, y aporta cierta protección contra la depresión. Además protege contra otras enfermedades que van desde el resfriado hasta el cáncer. Se encuentra principalmente en cítricos.
  • VITAMINA D: O Colecalciferol. No se ingiere con los alimentos sino que se sintetiza exponiendo la piel al sol. Mejora el estado de ánimo y la capacidad de resolver problemas. Además previene el cansancio entre otros efectos favorables.

RESUMEN

 

Una dieta variada y una vida sana con paseos o ejercicios al sol son fundamentales para mantener en forma tu cerebro.